La REAL ACADEMIA MATRITENSE DE HERÁLDICA Y GENEALOGÍA certificará la asistencia al curso de los alumnos mediante certificados individuales expedidos a cada alumno, siempre que hayan asistido al 90 % de las horas lectivas programadas y superado las pruebas que se establezcan.

La Emblemática, cuya parte fundamental es la heráldica en todos sus soportes, pero también la falerística y otras ciencias, ha sido desde su origen un lenguaje no verbal. Las sociedades que lo utilizaron con frecuencia entendían perfectamente el significado de los emblemas y los identificaban sin ninguna duda con personas o instituciones, en especial en las épocas medieval y moderna. Pero este “idioma” tan conocido en su época se fue perdiendo con el peso del tiempo, las épocas de la Ilustración y las revoluciones liberales lo fueron transformando, llegando a tener una nueva vida en nuestros días a través de la imagen de marca, logotipos, partidos políticos, entidades deportivas, etc… pero como fuente histórica ha quedado fuera de los planes de estudio de las enseñanzas regladas. Esto ha provocado que, en especial los historiadores del arte, hayan cometido graves errores de identificación y datación por no saber interpretar estos emblemas, tan importantes para las personas e instituciones que encargaban un sepulcro, un repostero, una encuadernación, un cuadro, etc…

Cada vez más conscientes de este problema los museos, archivos y bibliotecas están cada vez más interesados en personas que puedan aportar este conocimiento a sus plantillas, así todas las grandes bibliotecas del mundo en sus departamentos de procedencias buscan quienes puedan identificar las llamadas marcas de propiedad (superlibros, exlibris), pero también imágenes internas de manuscritos (en especial escudos heráldicos) que puedan ayudar a identificar a la persona que los encargó y por tanto datarlos de forma fiable, lo mismo ocurre en los museos donde muchos cuadros pueden datarse con más efectividad viendo las condecoraciones que porta el retratado, e incluso cambiar las atribuciones de identificación de personajes, y en el mundo de los archivos el estudio de los sellos de validación está siendo sin duda una nueva línea una mejor catalogación de sus fondos. Pero ni en las oposiciones, ni en las actuales plantillas hay personas con esos conocimientos, y sólo algún miembro de su personal, por iniciativa propia, ha ido abriendo esos caminos, pero sin apoyo institucional, por lo cual sus esfuerzos suelen ser muy puntuales y realizados fuera de su horario de trabajo, como complemento al mismo, y eso es lo que hay que cambiar. Es necesario hacer un esfuerzo coordinado, creando bases de datos de referencia y dando continuidad a estos trabajos que den visibilidad a estas herramientas, que se ha podido comprobar que son tan importantes para una correcta catalogación de sus fondos, por ello la necesidad de crear cursos especializados de formación en estas materias.