La crisis sanitaria global originada en 2020 por el virus SARS-CoV-2 ha propiciado que se alcancen consensos sociales sobre ciertos temas que quizás hasta ahora no habían sido tan evidentes. Uno de ellos es la consideración de las bibliotecas por parte de los poderes públicos como un servicio esencial para la ciudadanía, tal y como se vio en las primeras fases de la desescalada, cuando las bibliotecas públicas fueron uno de los primeros servicios en abrir sus puertas. En estos últimos meses de medidas post-pandémicas, también el conjunto de la ciudadanía ha ido regresando paulatinamente a las bibliotecas públicas, poniendo así de manifiesto que las bibliotecas son infraestructuras clave para el restablecimiento de las interacciones sociales y la reconstrucción de la cohesión comunitaria.

Este rol de las bibliotecas, y especialmente de las bibliotecas públicas, como agentes de construcción comunitaria y transformación social en las comunidades donde están insertas forma parte de su propia misión, tal y como ya en 1994 recogía el propio Manifiesto de la IFLA sobre la biblioteca pública. Durante los años 90, algunas bibliotecas públicas empezaron a reconceptualizar sus actividades de extensión cultural como experiencias transformadoras desde un punto de vista social y comunitario. En los años 2000, la biblioteca fue repensada como un “agente cívico”, un lugar de referencia para que la comunidad pudiera acceder a datos e información con el objetivo de producir conocimientos y aprendizajes sobre cualquier tema. Sin embargo, ha sido en los últimos diez años cuando han surgido nuevos y disruptivos retos que han complejizado el debate sobre el papel que juegan las bibliotecas en el ecosistema de agentes públicos cuya misión, de alguno u otro modo, tiene que ver con la construcción comunitaria.

¿Qué significan exactamente construcción comunitaria y transformación social?, ¿qué entendemos por comunidad?, ¿cómo comprender qué ocurre en una comunidad para poder trabajar desde la biblioteca para y con ella?, ¿qué técnicas participativas podemos emplear para trabajar desde nuestras bibliotecas con perspectivas comunitarias? Esta acción formativa ofrece herramientas para dar respuesta a estas y otras preguntas. A lo largo de las diferentes sesiones identificaremos los conceptos clave que nos ayudarán a entender qué significa construir comunidad, examinaremos la importancia de tejer alianzas con otros agentes comunitarios del territorio y comprenderemos por qué en los últimos años hemos asistido a la explosión de ciertas infraestructuras de innovación en el ámbito bibliotecario que tienen una clara dimensión comunitaria, como los BiblioLabs, los Living Labs y los Laboratorios Bibliotecarios.