Este curso pretende abordar la realidad de las obras huérfanas en la Unión Europea, así como presentar los principales aspectos de las obras huérfanas y cómo se debe proceder respecto a las mismas.

Si bien a lo largo de la primera década de los 2000 la regulación de las obras huérfanas era un tema pendiente de reforzar en la Unión Europea, la implantación del Plan Estratégico 2020, el Mercado Único Digital promovido por la Comisión Europea, la digitalización masiva de archivos, las bases de datos en línea y la polémica del caso Google Books han sido, entre otros, factores decisivos para que, finalmente, saliera a la luz la Directiva 2012/28/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, sobre ciertos usos autorizados de las obras huérfanas, por la que se pretende “establecer un marco jurídico que facilite la digitalización y divulgación de las obras y otras prestaciones, que estén protegidas por derechos de autor o derechos afines a los derechos de autor, y cuyo titular de derechos no haya sido identificado o, si lo ha sido, esté en paradero desconocido”, es decir, las obras huérfanas que, si bien aún no están en dominio público porque la protección de sus derechos de autor sigue vigente, suponen una dificultad al ser el titular de la misma desconocido o no poder localizársele. La Directiva entró en vigor en octubre de 2014, por lo que España tuvo que modificar su Ley de Propiedad Intelectual para transponer la Directiva a su legislación (Ley 21/2014) incorporando el artículo 37 bis sobre obras huérfanas y, no fue hasta que, transcurridos dos años, se publicó finalmente el Real Decreto 224/2016, de 27 de mayo, por el que se desarrolla el régimen jurídico de las obras huérfanas.

Sin duda, considerando la situación, era necesario encontrar un equilibrio para que la protección de los derechos de autor no bloqueara la digitalización de sus obras, impidiendo, así la difusión de la cultura europea. Este tema no es baladí, ya que según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO): “hay millones de obras huérfanas en bibliotecas, museos y archivos de organismos de radiodifusión públicos y otras instituciones públicas de la Unión Europea; la British Library, por ejemplo, posee más de 150 millones de artículos y calcula que hasta un 40% de las obras creativas de sus colecciones podrían ser huérfanas”. Aunque esto sean meras estimaciones, se calcula que el potencial volumen de obras huérfanas en lo suficientemente sustancial para tener un impacto considerable.