Recién cumplidos los veinte años del nacimiento de la web, podemos echar la vista atrás y recordar cómo ésta se fue incorporando a nuestra realidad personal y profesional: con cierta perplejidad y recelos al principio por nuestra parte, poco a poco se ha ido convirtiendo en lo que es ahora, un medio cotidiano e imprescindible para muchos. Desde entonces la web ha evolucionado en muchos sentidos, pero especialmente en los últimos años, con la aparición en escena de la llamada web social o web 2.0, una web en la que los internautas podemos participar, gracias a una serie de servicios y tecnologías (blogs, wikis, redes sociales y otros), en la creación de contenidos y su organización.

Los servicios de la web social se están incorporando a nuestras vidas como en un primer momento lo hizo la web, dibujando un nuevo panorama en diferentes aspectos: en las relaciones interpersonales, en la manera de informarnos, de comunicarnos, de comprar, de aprender, de trabajar y de interactuar con las instituciones. Los servicios de información y sus profesionales estamos asumiendo también las nuevas formas de relacionarnos con nuestros usuarios y con otros colegas a través de estos recursos, permitiendo así una comunicación más fluida e informal. Se presentan así nuevos retos y oportunidades para nuestra profesión: no cabe duda de que la web social nos brinda varias posibilidades, pero también la responsabilidad de conocerla, con sus ventajas y sus riesgos, para poder sacarle el mayor partido posible en función de nuestras necesidades. ¿Te atreves a dar el salto?